sábado, 14 de febrero de 2009

Happy Valentine's Day

El día de los enamorados hace que uno piense. Puede ser un día comercial y todo lo que quieran, pero la realidad es que no hay nada como una fiesta importada para que nuestras neuronas se muevan mas ajetreadamente que de costumbre. Mas, si por esas casualidades, estas neuronas en particular están recientemente solteras. (si, mundo, enterate)

Entonces... en la tele uno no deja de ver cuanta película romántica aparece, y podría usar todo mi tiempo, y teclear hasta que me canse sobre como este día es una garcha (cosa que hice el año pasado si mal no recuerdo... lean, por Dios, lean!!!)

Pero no.

La cosa es que hoy por hoy, y siendo ya 14, no estoy pensando en eso. Pienso en estas películas, no? Y como las mujeres (porque aceptemoslo, somos las que las miramos) nos aferramos a ellas.

Tal vez tenga que ver con que desde el principio fuimos criadas con esta idea, desde los cuentos de hadas (nótese que descripción tan fantasiosa, "hadas", que no existen... ya no estaban avisando... como no lo vimos).

Y cuando creces, miras novelitas adolecentes, que siempre, al igual que las películas, al igual que los cuentos en su momento, y todas las fucking películas de disney, terminan con un choto final feliz. Choto porque la vida real no es así. Choto porque pasamos nuestra vida esperando que se de el final feliz.

Salvo "La boda de mi mejor amigo" con Julia Roberts, donde fatídicamente ella no se queda con el masculino en cuestión, todas son iguales. (PD: irónicamente, no conozco mujer que me haya dicho que le gusto esta película, porque no se queda con Julia?? si no tengo final feliz en la pantalla, donde lo voy a tener??)

Volviendo: él no va a venir a buscarte bajo la lluvia para proponerte que seas la madre de sus hijos. No va a volver arrepentido pidiendo perdón por lo imbécil que fue. No va a hacer ninguna de las cosas que vemos en todas las películas. Si descubre que sos la chica detrás de los mails, no va a seguirte el juego haciendo que te enamores de el, sabelo.

En la ficción siempre es el... el que viene y salva el día, porque nosotras esperamos. Pero, en la realidad, mientras nosotras posiblemente hayamos sido educadas para "esperar", la básica razón de nuestro fracaso es esta: ellos no fueron educados para venir a buscarnos.

Asique, queridas venusinas, no esperen. Esperar no es la solución, no es el camino, es una burda mentira. La realidad es tan diferente como saben. Si queres algo tenes que salir a buscarlo, y si cuando salís, el mundo te pone un freno en la cara... y... va a depender de lo testaruda que seas.

Yo... bueno, nunca me caracterice por ser conformista.

jueves, 12 de febrero de 2009

DEBERÍA es una palabra que taladra pero no agujerea.