miércoles, 28 de octubre de 2009

Las eternas decisiones

En los momentos en que se avecinan grandes cambios en la vida, uno se detiene y piensa.
Piensa en muchas cosas, pero por sobre todo, cuando es momento de dar esos pasos determinantes, no podemos evitar pensar en eso que estamos abandonando. La huella que dejamos atrás.

Yo estoy a punto de dar ese paso. De tomar una decisión que no quiero tomar. No creo que sea la mejor, ni la mas acertada. Ni siquiera la que va a calmar algunas de las partes mas intranquilas de mi alma. Pero es la única que se me ocurre ahora. Y no... no puedo esperar a ver que pasa mas adelante. Tengo que hacer algo ahora.

Y tengo miedo. Un miedo real y común, como el que cualquiera tendría al tener que abandonar eso que siempre quisimos. Miedo de perderlo definitivamente. De jamas volver a verlo, siquiera lejano en algún rincón de la mente. Miedo del hueco que va a quedar.

A mi siempre estas decisiones me tensan. Me duele la espalda, la cabeza, mi pancita... Me cuesta dormir y sueño el triple de lo común (que para los que me conozcan, sabrán que de por si es bastante).

Y tengo esa terrible sensación de que voy a meter la pata hasta el fondo del pozo. Hoy mas que nunca. Pero hay algo de mi que me tira a hacerlo, que esta desesperada y necesita buscar una solución, cualquiera en este punto.

Quiero correr y cuando uno tiene esta sensación desesperada ardiendo en la piel... no hay mucho mas que pensar.