Y bueno... volví
Se termino la facultad para mi (al menos por este año). Y eso me deja la mente mas despejada para hacer algo que disfruto mucho: caminar comiendo helado. Si, soy gorda y que!!
Y hoy lo pude hacer después de mucho tiempo. Como estaba cerca del alto palermo, me fui a actualizar de vidrieras. En mi caminata sostenida, pacifica, concentrada... pase por uno de los locales, que es abierto sin puertas. Allí había un maniquí justo en la entrada, en el costado izquierdo. Custodiando, como suele haber en estos locales de alta categoría... habia un hombre de la ley privada (traduccion: seguridad) caminando de acá para allá; recorriendo la abertura del establecimiento.
Justo estaba yo pasando, y justo estaba el dirigiéndose hacia el lado del maniquí, justo no se dio cuenta que yo lo estaba mirando... Y así como si nada... como si vos caminaras por la calle, como si yo comiera helado... ... le toca el culo... al maniquí!!!!!!!!!!
Osea, podría tildarlo de degenerado... pero era un maniquí. No se dentro de que jurisdicción entra esto.
Pero me dejo así sorprendida... y por un lado un poco mas tranquila. Yo que pensaba que lo mio era un poco triste... que hace un tiempo que no salgo con nadie... pero no. Recuerden: siempre hay alguien mas, pero mucho mas triste que uno.
Hasta la próxima, donde les traeré otra crónica urbana de esta maravillosa ciudad en la que vivimos. Donde no se salvan del acoso sexual ni siquiera los maniquíes.
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